viernes, 19 de diciembre de 2014

Las expectativas para 2015: escenario externo y presupuesto

En el año que termina se siguió procesando el cambio de escenario global desde una combinación de indicadores muy favorable para los países emergentes que caracterizó a los años anteriores, hacia una situación que terminará siendo bien diferente: en ese proceso, se abaratan los precios de las materias primas, se fortalece el dólar y (tarde o temprano) subirán las tasas de interés.
A nivel global se destaca la recuperación de la economía de los Estados Unidos, el estancamiento europeo y el aterrizaje de China hacia una tasa de crecimiento importante, de 7% anual, pero más moderada que en el pasado reciente. Sobre el final del año, la fuerte caída del precio del petróleo afectó a Rusia, donde se registra una fuerte depreciación de su moneda y se oscurecen las perspectivas económicas y financieras. Como consecuencia de ello, se teme un contagio a otras economías emergentes, en particular aquellas con peores fundamentos macro económicos.
Mientras que en los Estados Unidos la Fed hace un seguimiento permanente de inflación y empleo y da señales muy cautelosas de iniciar la subida de las tasas de interés hacia mediados de 2015, en Europa, demasiado tarde, se inicia un proceso de expansión monetaria destinado a reactivar la economía.
En el caso de nuestros vecinos se mantiene el panorama dominante desde la segunda mitad de 2011: crecen poco y se abaratan en términos de dólares.
Brasil presenta un crecimiento económico decepcionante, casi nulo este año, con la inflación en el límite superior del rango objetivo (6,5%), nuevos aumentos en la tasa de referencia (Selic) y el dólar que toma fuerza en el tramo final del año.
Argentina mantiene todos los desequilibrios conocidos (inflación en 40%, recesión, reservas escasas, alto déficit fiscal, cepo cambiario, default) pero no desbarranca. En 2014 se destacó el episodio relacionado con los fondos “buitres” que seguramente tendrá nuevos capítulos en el nuevo año. Mientras tanto, las autoridades han podido comprobar la enorme dificultad para acceder a financiamiento en el contexto actual.
En nuestro país termina un buen año, con la economía creciendo al menos 3% y desacoplada del magro desempeño de sus vecinos, lo que no es habitual pero ya lleva cuatro años. De todos modos, se confirma la desaceleración de nuestra economía, que seguramente habrá de ser nota dominante del futuro previsible.
En el contexto de un crecimiento económico como el referido, el empleo y el salario real volvieron a subir.
La inflación termina el año aproximadamente como lo empezó y el dólar subió relativamente al IPC pero a fin de cuentas se mantienen los dos problemas que caracterizaron a los últimos años: inflación mayor a las metas y competitividad baja en relación a los promedios históricos.
En el frente fiscal, el déficit trepó alrededor de un punto porcentual del PIB con relación al año anterior, como suele suceder en los años electorales en nuestro país. Pero al mismo tiempo el sector privado, cuyo gasto siguió firme, comenzó a mejorar su ahorro y de este modo el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos tendíó a moderarse.
Proyecciones
En el caso de las estimaciones a nivel global, suele considerarse como referencia a las que produce el FMI en sus “Perspectivas Económicas Mundiales”. A esta altura del año pasado, se esperaba para 2014 un crecimiento mundial de 3,6%, promedio del 5,1% de las emergentes y del 2,0% de las avanzadas. Se esperaba que el precio del petróleo promediara el año en US$ 101,40 y que las restantes commodities bajaran un 4,2%. Mientras tanto, se esperaba que la tasa LIBOR en dólares y a seis meses, se ubicara en el 0,6% en el promedio anual.
A todo esto, las últimas estimaciones del Fondo para 2014, correspondientes a octubre, apuntaban a un crecimiento global más moderado, de 3,3% (4,4% las emergentes y 1,8% las avanzadas). El petróleo terminaría promediando US$ 102,80 y las demás materias primas habrán caído un 3,0%. En cuanto a la tasa LIBOR, se estimaba un nivel de 0,4%.
En el caso de nuestra región, en Brasil hace un año se esperaba que el PIB creciera 2,0% en 2014, y ahora (encuestas del BCB del 12 de diciembre) se lo ve creciendo sólo 0,2%. La inflación termina el año un poco por arriba de lo que se esperaba (6,4% versus 6,0% previsto hace un año). Y en el caso del tipo de cambio, que un año atrás se esperaba que terminara 2014 en BR$ 2,43, ahora se lo ve en BR$ 2,60. A todo esto, se esperaba que la tasa SELIC finalizara 2013 en 10,50% pero terminará en 11,75%.
Mientras tanto en Argentina, hace un año se esperaba que en 2014 el PIB creciera entre 1% y 2%, el dólar “oficial” se estimaba en AR$ 8,50 al final de este año, y las expectativas de inflación para 2014 estaban en el 30%. A poco de terminar el año, se estima que el PIB habrá caído entre 2% y 3%, el dólar “oficial” apunta a AR$ 8,60 y la inflación terminará muy cerca del 40%.  
En nuestro país, hace un año se esperaba que 2014 terminara con un crecimiento de 3,2%, con el dólar en $ 23,50 y con la inflación en 8,0%. Ahora (con las encuestas de expectativas de diciembre) se espera un crecimiento de 3,4%, el dólar en $ 24,20 y la inflación en el 8,3%.
Mientras tanto, las expectativas para el año próximo, 2015, vistas desde mediados de diciembre de 2014 y considerando las estimaciones del FMI y los resultados de las encuestas de expectativas producidas por los bancos centrales de Brasil y Uruguay (y algunas estimaciones privadas en Argentina) muestran el siguiente panorama.
En el mundo se espera un crecimiento de 3,8%, con las avanzadas creciendo 2,3% y las emergentes 5,0%. Se espera un leve retroceso de los precios de las materias primas, con el petróleo en US$ 99,40 (estimaciones del FMI publicadas en octubre, antes del desplome en el tramo final del año) y las demás cayendo 4,1%. Se espera que la tasa LIBOR en dólares y a seis meses esté en promedio en 0,7%.
En Brasil se espera un crecimiento de sólo 0,7%, una inflación de 6,5% y el dólar a fin de año en BR$ 2,72, con la tasa SELIC en 12,50%. En Argentina, se espera una nueva contracción del PIB, similar a la de 2014, la inflación en el entorno del 40% anual y el dólar “oficial” creciendo a esta misma tasa, llegando al cierre de 2015 en torno a AR$ 12,00.
Finalmente, en nuestro país se espera que el PIB crezca 2,9%, que la inflación vuelva a estar por encima del rango meta del BCU, en 8,1% y que el dólar cierre 2015 en $ 26,80, nuevamente subiendo relativamente al IPC. Será clave en 2015, primer año de un nuevo gobierno, el tratamiento del presupuesto quinquenal, considerándose por un lado el punto de partida con un déficit fiscal del orden de 3% del PIB y por otro lado los proyectos de incremento presupuestal del nuevo gobierno. El contexto externo (global y regional) seguramente será determinante de las posibilidades en ese sentido así como de los resultados en materia de crecimiento económico y evolución de los precios en términos de dólares.

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