sábado, 14 de enero de 2017

Turismo enológico a minutos de Punta del Este

A pesar de una cierta concentración en Canelones, donde se ubica 62% de los viñedos, Uruguay tiene zonas vitivinícolas muy interesantes para descubrir unos kilómetros más allá. En Maldonado se han instalado varios emprendimientos en los últimos años, los cuales ofrecen vinos de calidad y permiten descubrir un terroir oceánico distinto al del sur.
Para el consumidor que busca cosas buenas y de calidad, esa novedad es importante, pero para los intereses del turismo también. El crecimiento del polo vitivinícola en el este se sube al movimiento turístico. Así, los visitantes tiene cada vez más opciones para disfrutar de su estadía en Punta del Este, con recorridas y degustaciones entre viñedos.
El blog Sacacorchos de El Observador repasa alguna de las opciones más destacadas para experimentar el turismo enológico a minutos de la península.

Garzón: la Toscana del este

Quizá la más impactante de todas las bodegas de Maldonado sea, por la inversión millonaria de su propietario (el argentino Alejandro Bulgheroni), Garzón.
En una zona que por sus sierras emula a la Toscana italiana, el megaemprendimiento irrumpe en el mercado local con vinos fuertemente oceánicos, una oferta de blancos de altísima calidad y tintos (como por ejemplo Tannat) que le sacan jugo a las cualidades del suelo y el entorno.
La oferta turística de Garzón es variada, e incluye desde una degustación hasta un paseo en globo aerostático.
Otra fortaleza es que tiene restaurante abierto. Por consultas, visitar la página web bodegagarzon.com

Alto de la Ballena: de cara al mar

Muy cerca de Punta del Este, sobre la sierra de la Ballena, está Alto de la Ballena, una pequeña bodega boutique que funciona desde hace más de una década con una oferta de tintos de alta gama. El encanto del lugar, además de sus productos, está en la vista de sierra y mar. Esa influencia de vientos y el suelo pedregoso le aporta a sus vinos un perfil distintivo. Para visitarla reservar al 094 410 328.

Viña Edén: suelo de piedra

Una de las más nuevas en la zona es Viña Edén, ubicada a cuatro kilómetros de Pueblo Edén y a 40 minutos de Punta del Este.
Se trata de una bodega elaborada en tres niveles para aprovechar la gravedad en el manejo de la uva, con ocho hectáreas de viñedos plantados sobre suelos pobres y pedregosos.
El número de contacto para visitas es el 092 552 300.

O'33: Olivares y viñedos en José Ignacio

En José Ignacio, sobre la ruta 9, el veraneante tiene la opción de conocer un proyecto que incluye vino pero que hasta el momento tiene instalada una prestigiosa marca de aceites de oliva. O'33 es un proyecto de capitales uruguayos enclavado en un campo de 53 hectáreas, que ofrece recorridas para turistas durante todo el año. El entorno de olivares, la recorrida por la planta de elaboración y la posibilidad de degustar los productos con una guía especializada hacen de ese plan algo muy atractivo. En el campo hay ocho hectáreas de viñedos, y en marzo de este año comienza la construcción de una bodega de última generación, por lo que el vino también está presente. En algunas de las opciones de visita, de hecho, se puede degustar el primer vino elaborado por la empresa, bajo la marca José Ignacio, bodega océanica, y que es un rosado de Pinot Noir.
El visitante puede elegir conocer las instalaciones de O'33 y degustar los aceites, o bien dedicarle más tiempo (una hora y media aproximadamente) para recorrer el campo y ampliar la degustación a una tabla de quesos, jamones y vino. Pablo Brites, de O'33, contó a El Observador que en la recorrida los turistas pueden conocer de cerca cómo se cultivan los olivares y se procesan las aceitunas para obtener el aceite, para luego degustar los distintos productos. El costo de las visitas va desde US$ 30 por persona. Por consultas visitar la página web O33.com.uy

Calle 27, la cuadra del verano en Punta del Este

Si uno camina desde la rambla de la playa Mansa en dirección a la Brava por la calle 27, también bautizada como Los Muergos, se cruzará con tiendas de moda y diseño que se desprenden de la calle 20.

Una vez que se arriba por ese camino al corazón de Gorlero, casi en la mitad del trayecto total de la avenida, se encontrará en el campo de batalla de una contienda gastronómica.

El motivo del enfrentamiento: la comida rápida. En el cruce de Gorlero y la calle 27 están instalados los establecimientos de Burger King y McDonald's, que verano a verano se debaten en un duelo por el hambre de quienes visitan el recorrido comercial principal de la península de Punta del Este. Desde la vereda del frente, la heladería Freddo espera salir beneficiado, no importa quien gane en ese duelo.

A partir de esta temporada, sin embargo, la atención de los comensales se ha alejado unos metros de Gorlero y se ha dirigido hacia una sector más cool, juvenil y de origen nacional. Con una oferta de opciones cada vez más amplia para comer y beber, la cuadra de la calle 27 en dirección a la Brava se ha convertido en el lugar del momento para saciar el hambre durante las tardes y noches del verano.

Allí se instalaron nuevos puestos de alimentos y tragos, se armó una cartelería y estética alejadas del aspecto tradicional de Gorlero y aparecieron dos de los últimos antojos de la moda gastronómica de Uruguay: la cerveza artesanal y los food trucks, los carros gourmet que se han propagado por el territorio costero pese a que su circulación pública en las calles no está aún permitida.

Los atractivos food trucks, los nuevos vecinos de la calle 27 en el espacio Bigote Food Truck Garage –inaugurado para este verano–, se unieron a media docena de locales con una oferta que incluye crêpes, pescados y mariscos, minutas, sushi y cerveza artesanal, entre otros. La siguiente escena se repitió a lo largo de diciembre y enero en la cuadra: un sinfín de jóvenes y familias que desde el atardecer hasta la noche hicieron de la calle el lugar imperdible para visitar en la península.

La imagen llamó incluso la atención de la prensa argentina. "Si antes la movida solo se encontraba hacia el Este (La Barra-Manantiales), ahora hay opciones de bares y restaurantes cool para la juventud. Atrás quedaron el Puerto y Gorlero como hotspots de la Punta" escribió la periodista Silvina Ajmat en La Nación. "Ahora si se quiere pasear después de la caída del sol hay que ir a la calle 27", concluyó.

Para comerciantes de esa cuadra, como Gisele Cancelarich, dueña del restobar Fish & Chips y del emprendimiento Bocatas dentro del Bigote Food Truck Garage, la mención en la publicación argentina es una señal de la consolidación de que la calle 27 ha hecho como nuevo polo gastronómico.

"La calle 27 tiene un nombre y es uno de los más importantes de la península", señaló Cancelarich a El Observador. "No pasaba nadie y había que traer a la gente. Fue un trabajo de años", recordó.

Junto a la crepería Crêpas, Fish & Chips –que se especializa en pescados, mariscos y comida tailandesa– fue uno de los primeros establecimientos en instalarse en la cuadra en 2012.
Según Cancelarich, la idea de abrir un negocio de forma perpendicular a Gorlero fue motivada por la idea de presentar una impronta novedosa, tanto gastronómica como estética, en comparación con la reconocida avenida esteña. "Me pareció un desafío que la gente doblara", señaló la empresaria. "Creo que hay muchos locales que se han quedado en el tiempo y esto es lo que viene. Más europeo, más relajado".

En tanto, Crêpas –que se encuentra en la misma vereda que Fish & Chips y el local de sushi Watashi Suhi & Wok– ya es considerado por algunos como un clásico de Gorlero, a la par de la heladería Arlequino y los Churros Manolo.

La crepería es poblada por jóvenes (generalmente adolescentes) que son atraídos por una carta de crêpes dulces y salados, así como jugos y licuados. No es inusual que el local, instalado debajo de una propiedad vertical, tenga largas colas de espera a partir de las 17 de la tarde en adelante.

Según Diego Campomar, quien trabaja como cocinero en Crêpas desde su inicio, ese fenómeno se debe a que la oferta del establecimiento y su presentación fácil de transportar logró popularizarse entre los jóvenes.

"Es algo rápido, lindo y divertido", señaló sobre el bocado del negocio originado en 2013 en La Barra y que hoy cuenta con franquicias en Montevideo, Argentina y hasta Paraguay.

Para Campomar, el recibimiento del público del local en el que trabaja pavimentó el camino para que otros locales gastronómicos decidieran instalarse en la calle 27.

Así como Cancelarich, Campomar dio la bienvenida a nuevos emprendimientos y calificó a la competencia en el rubro como beneficiosa. "Nos beneficia a todos. Si hay gente alrededor implica que va a venir público. Vamos a trabajar más porque genera un intercambio de clientes".

En esa misma línea se encuentra Diego Tarallo, quien a mediados de 2015 decidió abrir Capi Bar, presentado por su dueño como el primer bar de cervezas artesanales de Punta del Este. A base de reservas, el lugar es otro de los puntos fuertes de la calle 27 y en enero suele tener la mayoría de sus mesas reservadas a partir de la hora 21.30.

Cocinero y surfista, Tarallo también ve la propuesta generada en el lugar como una alternativa a La Barra o Manantiales, cuyas distancias y tráfico ve como problemas para algunos turistas.

"Hay un boca a boca que en menos de dos, tres años se está haciendo realidad y le está quitando espacios a otros lugares que estaban de moda", señaló Tarallo, quien también fabrica su propia cerveza, Capitán Beer. "No te voy a decir que esto va a durar 10 años pero hay que aprovecharlo".

Desde Capi Bar, Tarallo apunta a atender al público que visita Punta del Este durante todo el año. En octubre de 2016, por ejemplo, estuvo a cargo de la organización de una feria de cervezas artesanales y comida realizada en esta popular cuadra, con bandas en vivo a la que asistieron 3.000 personas, según aseguró.

"La gente quedó muy agradecida de que pasen esas cosas en Punta del Este y hasta el día de hoy nos preguntan cuándo vamos a hacer otra. Estamos en eso", apuntó.

Tanto Tarallo como Cancelarich destacaron que entre los comerciantes de la calle 27 proyectan que parte de la cuadra se convierta en peatonal durante el verano, con sillas y mesas reemplazando el lugar que hoy ocupan autos y los decks de los locales.

El dueño de Capi Bar comentó que la idea fue conversada con el alcalde de Punta del Este, Andrés Jafif. "Estamos para presentar un proyecto. Si se puede dar capaz que hacemos un plan piloto en febrero, pero sería a futuro", explicó el cervecero. Los comerciantes aspiran a que sea "una peatonal linda, bien a lo europeo pero a lo Punta del Este también", afirmó Tarallo. "Eso va a estar bueno".

Recorrido por los locales de la 27

Crêpas. La crepería es una visita obligada para los jóvenes en la península de Punta del Este. Entre sus bocados más recomendados se encuentra el crêpe de salmón y mango, así como el de Nutella. También cuenta con un puesto en la calle principal de La Barra. Abre de 10 a 2.