Uruguay sigue en la incertidumbre de saber si hay o no petróleo y gas en su subsuelo marino. Las muestras extraídas por el equipo de prospección están siendo analizadas en Houston (Texas), Estados Unidos, en un laboratorio de alta especialización y el gobierno no tiene fecha para conocer los resultados. De todos modos, el Poder Ejecutivo y los partidos políticos miran el medio vaso lleno y acordaron avanzar lentamente en definir la institucionalidad que rodeará al eventual hallazgo de yacimientos de crudo y gas.
Ayer el presidente Tabaré Vázquez reunió por segunda vez a los partidos con representación parlamentaria en un encuentro en donde participó la ministra de Industria, Carolina Cosse, quien explicó a los partidos que más allá del hallazgo de un yacimiento de petróleo o no, hay alternativas: una es la situación de Noruega, experiencia que en lo institucional Uruguay quisiera aplicar, donde antes de encontrar crudo se perforaron 60 pozos. Lo otro es que si bien las muestras que se analizan puedan arrojar resultados negativos, la empresa eventualmente podría decidir explorar en otro bloque de la distribución que se hizo del área marina.
Los partidos y el gobierno coincidieron ayer en que la mayor parte de los recursos que eventualmente surjan de la explotación de petróleo y gas se depositarán en un fondo intergeneracional para preservarlo para las futuras generaciones.
En el encuentro, de todos modos, se manejó por parte de técnicos que en Noruega una vez que se encontró crudo, el flujo de recursos comenzó a aparecer a los veinte años.
Cosse destacó que se llegó al consenso con todos los par-tidos en que si se confirmara la presencia de hidrocarburos, la generación de políticas, regulación y explotación de recursos deben ser competencias separadas.
Y agregó luego que "independientemente de la existencia de recursos, es necesario generar un marco jurídico al respecto".
Marco jurídico.
La oposición y el gobierno coinciden, además, en que si bien se creará un organismo autónomo, "no deberá haber más burocracia". La idea generalizada que avanza en dirección al consenso es la de formar un ente autónomo administrado por un fondo específico.
"Debe haber un ente autónomo encargado de la regulación, el control y el seguimiento de la explotación petrolera", planteó el diputado Iván Posada, del Partido Independiente. Y habló de lo que denomina la exitosa experiencia de Noruega. La mayor parte del reconocimiento internacional que Noruega tiene en este sector no se debe únicamente al rápido y eficiente desarrollo de su industria, sino a su capacidad de distribuir los beneficios económicos y comerciales de esta actividad a la sociedad en su conjunto, contó, y añadió que con el impulso petrolero Noruega comenzó a estimular el estudio y la aplicación de las fuentes de energía renovables, convirtiéndose así en un país líder en el sector energético.
Para los colorados, es necesaria la definición de la institucionalidad que manejará el eventual negocio. El prosecretario general José Garchitorena abonó la idea de que no haya más burocracia y a la vez que los recursos sean administrados por un fondo.
En nombre de la Unidad Popular (UP), su líder y representante en el Parlamento, Eduardo Rubio, lamentó que no se haya recibido información. "Vinimos con la expectativa pero la información no está. La empresa sigue estudiando las muestras", indicó.
El empresario Edgardo Novick informó algo que se había manejado en la reunión con el presidente y la ministra: "Noruega, que es puesto como ejemplo, recién pudo manejar recursos a los veinte años de definirse la explotación". Para Novick los partidos tienen que acordar la creación de "un organismo autónomo que estudie políticas, pero no antes de saber si hay petróleo o no".
Uno de sus asesores, el exdirector de Energía del ministerio de Industria, Álvaro Bermúdez, adelantó que se le pidió al presidente y a la ministra que se divulguen los términos del contrato suscrito con la empresa explotadora, algo que es difícil que ocurra por los acuerdos de confidencialidad que se incluyen en estos casos.
Novick planteó una visión optimista sobre los avances, al señalar que en el primer encuentro "seguramente hubo un 15% o 20% de acuerdo, y que ahora tras la segunda, debe haber mucho más entendimiento entre las partes".
De larga data.
Los intentos de exploración de petróleo en el Uruguay no son algo nuevo, sino que vienen de los años 50. Pero hasta ahora han sido un fracaso. Se hizo más de una docena de pozos financiados por el Estado, sin resultados.
En la década del 70, a raíz del alto precio internacional del petróleo se hicieron nuevos estudios, también liderados por el Estado. En los años 80 el país volvió a realizar estudios. En la actualidad los análisis comenzaron en la primera década del presente siglo.
Un documento elaborado por técnicos del entorno del líder nacionalista Luis Lacalle Pou advierte que el ingreso masivo de divisas al país por la futura exportación de petróleo podría tener consecuencias negativas para sectores de la economía. Por eso, una solución sería entonces colocar en el exterior las divisas a través de fondos de inversión.
Las señales negativas: no sería algo redituable.
En junio surgieron versiones inquietantes sobre la apuesta de Uruguay y la empresa Total. La multinacional francesa le habría comunicado entonces al gobierno que sus investigaciones en el mar uruguayo en búsqueda de petróleo no habían arrojado hasta el momento resultados prometedores, y que si no se concretara el hallazgo de crudo o no sucedía en volúmenes importantes, se retiraría del país. El costo de las operaciones en el mar cerca de La Paloma representaba US$ 1 millón diario.
Vázquez y expresidentes van tras una política de Estado.
Por primera vez en enero y luego en marzo de este año, el presidente Tabaré Vázquez reunió en la residencia oficial del Prado a los expresidentes Julio María Sanguinetti, Jorge Batlle, Luis Alberto Lacalle y José Mujica para hablar sobre el futuro de la eventual explotación del crudo. En el primer encuentro, Vázquez y sus cuatro predecesores escucharon un informe de los representantes del grupo francés Total, que se encargó desde marzo de perforar hasta las entrañas de la tierra un pozo a 6.000 metros desde la superficie del océano Atlántico para determinar la existencia de crudo, su calidad, la viabilidad de su extracción y la rentabilidad del negocio. Tras escuchar esos informes presentados por el vicepresidente para las Américas de la división Exploración y Perforación del Grupo Total, Michel Hourcard, y del vicepresidente para el Cono Sur de la dirección de las Américas de la división Exploración y Perforación, José Ignacio Sanz, Vázquez y los expresidentes dijeron que esta ronda de consultas se repetiría en algunas semanas, cuando se hubiera iniciado la perforación en el mar. Luego Vázquez informó a las autoridades de los partidos políticos con representación parlamentaria. "Es fundamental una política de Estado", previno el presidente. Los expresidentes valoraron la convocatoria de Vázquez y, para Sanguinetti, ese solo hecho define a la política uruguaya porque muestra que a pesar de proceder de un origen político diferente, pueden reunirse a analizar un tema de futuro. "Es un tema trascendente que traspasa las generaciones. Es un recurso natural que hay que administrar y que es de dominio del Estado", destacó el exmandatario. Los empresarios explicaron a Vázquez y a los expresidentes que la perforación que se haría era la más profunda del mundo, con 3.405 metros desde la superficie hasta el fondo rocoso, y otros 3.000 metros hasta el yacimiento petrolero. Las muestras fueron enviadas a un laboratorio en Houston (EE.UU.).
