sábado, 11 de enero de 2014

Satisfacer demanda de vivienda exige US$ 1.500 millones por año

Ante la necesidad de Uruguay de contar con mayor oferta de vivienda y frente a la realidad de que los hogares son más pequeños en número de moradores, se debería “casi duplicar” la producción de inmuebles en los próximos 20 años, aseguró ayer el experto inmobiliario, Julio Villamide, durante un foro del sector. 

En concreto, para satisfacer la creciente demanda de la población por viviendaen se precisa  invertir en las próximas dos décadas “una Botnia por año”, prosiguió el director de la revista Propiedades en referencia a la inversión que requirió la actual planta de celulosa de UPM, que rondó “los US$ 1.500 millones”. Villamide explicó que ha tenido una incidencia clave el hecho de la reducción de números de habitantes por hogar, que en 1980 era en promedio de 3,4 personas y en 2010 es de 2,9. “Por cada 0,1 que se reduce el tamaño del hogar, se necesitan 45 mil viviendas adicionales”, indicó durante la conferencia “Situación y perspectivas de la industria inmobiliaria”. 

El analista inmobiliario agregó a El Observador que en ese período se construirá en todo Uruguay casi medio millón de inmuebles. “Hoy hay un horizonte de construcción de viviendas más que en el pasado, en los próximos 20 años se van a construir unas 450.000 viviendas en el país suponiendo que no tengamos una inmigración de un país vecino. Eso es muchísima inversión y una cantidad de vivienda que hace dos décadas se construían en forma irregular”, explicó. 

El mercado uruguayo se ha volcado hacia el modelo chileno y ha dejado atrás al argentino, dijo Villamide: el primero prioriza al consumidor final, mientras que el segundo al inversor. En ese sentido, ese cambio de paradigma ha desembocado en un crecimiento de la producción formal, algo que en el futuro crecerá como mínimo  40% . Hoy está en el 60% y entre 1990 y 2004 se ubicaba en el 30%. 

Las viviendas de interés social, instrumento que comenzó a aplicarse desde hace casi dos años y que apunta a facilitar el acceso a un hogar a personas de ingresos medios, han cambiado la ecuación del sector, comentó Villamide. La oferta se amplió y se comenzó a construir en zona que antes estaban olvidadas. Hasta el momento se presentaron más de 8.000 viviendas en este régimen, de las cuales se aprobaron más de 5.000 y que han movido unos US$ 480 millones. “Las autoridades no esperaban este éxito; la prueba del mercado superó las expectativas con creces”. 

Villamide también dijo que el crédito hipotecario creció 23% anual en los últimos cinco años y que los precios de la vivienda van a seguir subiendo. “El que espera, pagará más”, afirmó. Destacó que los precios de las casas y apartamentos en Unidades Indexadas (UI) están más bajos que hace 10 años y que lo que sucede es que existe una inflación en dólares. 

Respecto a los inversores argentinos, dijo a El Observador que han frenado su interés por Punta del Este pero que no han detenido ninguna de las obras que se han iniciado. En Montevideo, los argentinos volvieron a incidir de forma importante en el mercado en el segundo trimestre, pero no en los niveles de hace un año y medio, añadió. El 10% de la vivienda social se encuentra en mano de inversores de Argentina. 

No a los topes

El presidente de la Asociación de promotores privados de la construcción del Uruguay (APPCU), Ariel Cagnoli, quien también participó en el foro inmobiliario, destacó las viviendas de interés social, pero rechazó la idea que manejan de las autoridades de topear los precios de esos emprendimientos. Señaló incluso que el 90% de los inversores se bajarían del programa en caso de que eso sucediera. “Ya sabemos de gente que ha desistido de iniciar nuevos proyectos”, comentó Cagnoli. 

El costo de la construcción, que ha crecido en los últimos años, es otro punto sobre el que trabajar, dijo por su parte Ignacio Otegui, presidente de la Cámara de la Construcción. La mano de obra utilizada por el sector se encuentra en casi 70.000 personas, como nunca antes había sucedido, de los cuales 20.000 no tienen ninguna calificación, añadió Otegui. Ese aspecto genera un mayor costo, sobre todo desde el punto de vista de recursos humanos, donde deben gastar en formación. Además, está el costo que reportará el incremento gradual de los salarios en los próximos tres años. El titular de la Cámara de la Construcción dijo que no habrá una situación “de franco deterioro” en 2014 y 2015, sino que se ingresará en un escenario de “meseta”. 

Esta semana, el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, cuestionó a la construcción por su nivel de productividad que ni siquiera alcanza “el promedio” de la economía.

Alfonso Capurro, economista de CPA Ferrere, aportó datos confeccionados por la encuesta del Departamento de Economía de la Facultad de Economía, que evidencia que 66% de la población tiene vivienda propia. También se refirió al crédito hipotecario que “apenas acompaña al PIB” en crecimiento. “La baja penetración del crédito hipotecario se debe a la baja bancarización de Uruguay”, explicó Capurro. Detalló que casi el 50% de los nuevos créditos provienen de la banca privada. 

El analista ahondó en que el financiamiento de la construcción se duplicó en este último tiempo. Mientras que en 2010 era de casi US$ 200 millones, hoy se encuentran en casi US$ 400 millones, argumentó Capurro.

Fuente: El Observador

BHU dio 30% más créditos en 2013

En el 90% de los casos el destino fue para la adquisición de viviendas usadas, aunque con la puesta en marcha de la ley de Promoción de Vivienda de Interés Social, se comenzó también a aprobar créditos para la compra de vivienda nueva.
Por su parte, el banco otorgó 3.328 créditos para refacción o mejoras en las viviendas, lo que significó un incremento de 23.5% en la cantidad de préstamos respecto al año anterior.
Antía indicó que el banco a mejorado los procesos de otorgamiento de los préstamos, de modo que los mismos no superen los 70 días, entre el momento que se realiza la solicitud y que se efectiviza el crédito. Si ello no sucede, al cliente se le exonera del pago de la primera cuota.
"Desde que está esto en ejecución, se dieron miles de créditos y solo en una ocasión se superaron los 70 días, lo que habla de la mejora en la eficiencia del BHU", sostuvo el jerarca.
En relación a la morosidad, recordó que antes "era muy alta", pero ha venido disminuyendo en forma constante, debido a que una de las líneas de gestión pasa por reducir los atrasos y la morosidad en los pagos.
Los últimos datos indican que la morosidad se ubica por debajo del 6% del total de los créditos otorgados. En el caso de los créditos nuevos, que se empezaron a otorgar a partir del 2009, en Unidades Indexadas (UI), la morosidad es menor y se ubica en 0,37%.