Los buques, ejerciendo su derecho de paso inocente, fondearon por fuera de la zona de 7 millas náuticas (mar territorial uruguayo) desde tierra y lejos de las rutas de navegación por lo que no necesitan de ningún tipo de autorización de las autoridades competentes.
La compañía estatal argentina Enarsa intenta por todos los medios conseguir los US$ 50 millones que sale cada cargamento de GNL y poder de esta manera destrabar la operativa de siete barcos de este tipo que se encuentran en aguas argentinas.
Esta situación provocó una suerte de cuello de botella por todo el corredor de navegación del océano Atlántico y del Río de la Plata. A tal extremo que hasta ayer tres enormes barcos cargados con gas natural licuado se encontraban fondeados unos 50 kilómetros al sudeste de Punta del Este.
Los tres barcos esperan órdenes de sus armadores para poder levantar el fondeo y poner proa a los puertos argentinos donde trasvasar el gas en estado liquido a una planta regasificadora.
Uno de los enormes barcos, conocidos también como "metaneros", que aguardan fondeado frente al balneario es el "Methane Princess" de 277 metros de eslora (largo) y 43 metros de manga (ancho). La carga de gas licuado proviene de la terminal portuaria de Point Fortin de Trinidad y Tobago.
Otro buque es el "Ibérica Knutsen" de 277 metros de eslora y 44 metros de manga. Su puerto de origen es el mismo que el anterior, Point Fortin de Trinidad y Tobago.Un poco más lejos aguarda fondeado, el tanquero "Arctic Spirit" con 239 metros de eslora y una manga de 40 metros. También levantó su carga en el mismo puerto de Trinidad y Tobago.
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