lunes, 16 de marzo de 2015

UE acepta incómoda la nueva flexibilidad

Los Veintiocho respaldaron esta semana la recomendación de la Comisión Europea (CE) de dar dos años más a Francia, hasta 2017, para que reduzca su déficit por debajo del límite del 3% del PIB que marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC).
Pese a esta muestra de flexibilidad, en la sala del Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, el Ecofin, se escucharon críticas.
También en el seno de la propia Comisión hubo diferentes puntos de vista sobre el grado de flexibilidad a aplicar a Francia, aunque finalmente se llegó a un compromiso por mediación del presidente, Jean-Claude Juncker.
La Unión no solo ha dado un nuevo margen a Francia, por tercera vez después de 2009 y 2013, sino que también apoyó la recomendación de la CE de no abrir un procedimiento contra Bélgica, Italia y Finlandia por incumplir las reglas de la deuda, que fija un tope del 60% del PIB.
En el Ecofin del martes, el BCE afirmó que "no ve ningún argumento convincente para dar más de un año" a Francia, que suele ser la norma, según fuentes europeas, y algunos países advertían de la impresión que puede despertar una decisión flexible para con países grandes sobre un trato desigual con los más pequeños.
Portugal e Irlanda, rescatados ambos por sus socios, dijeron por su parte que era difícil explicar este tipo de flexibilidad en casa sin pedir y recibir el mismo trato, según las fuentes consultadas.

También sobrevoló el recuerdo de una fecha "fatídica" para la disciplina fiscal y su credibilidad: 2003, cuando Francia y Alemania se saltaron el PEC y "dividieron a Europa en dos", en los países que tienen que cumplir y los que no.
Ahora, la UE se enfrenta al peligro "de volver a este espacio político", advirtió Irlanda.[EFE / BRUSELAS]

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