sábado, 21 de febrero de 2015

Otro lustro de crecimiento

El desempeño de la economía uruguaya en el transcurso de la última administración venció a los pronósticos. En el momento en que José Mujica asumía la presidencia de la República, en marzo de 2010, las expectativas vigentes de crecimiento para la economía uruguaya de cara a los próximos cinco años aventuraban una importante desaceleración respecto al lustro anterior.
Según se esperaba, atrás quedaría el período de expansión de 5,5% promedio anual de la administración Vázquez y el nuevo gobierno debía conformarse con un más moderado 3,7%, de acuerdo a las proyecciones del Fondo Monetario Internacional.
Para fines de 2009, el panorama mundial estaba cargado de una fuerte incertidumbre. La crisis hipotecaria de EEUU, que estalló en 2008 y en poco más de un año recortó la actividad en la gran mayoría de los países desarrollados, era una locomotora en marcha que no ofrecía pista alguna sobre su destino final. La gran incógnita en Uruguay era qué tan profunda y duradera sería la caída del PIB en los países desarrollados, cómo afectarían sus reacciones a los flujos de capitales y qué tanto soportarían la embestida los países emergentes, principales compradores de los productos uruguayos.
Cinco años después, aquellos temores parecen infundados y el desempeño de la economía uruguaya quedó por fuera del escenario trazado incluso por el más optimista de los expertos. Uruguay salió del último lustro con un crecimiento prácticamente idéntico al que mostró durante la administración Vázquez (5,4% promedio anual), con un desempleo un punto más bajo (6,6% de la población económicamente activa en 2014) y una posición financiera fortalecida con el grado inversor obtenido en 2013. La economía uruguaya siguió creando empleos (poco más de 100.000 nuevos puestos en términos netos) y sacando gente de la pobreza. Eso fue posible porque, a pesar de las alertas que sonaban con fuerza en 2009, el contexto externo siguió sonriéndole a Uruguay por otros cinco años.
Hoy, a cinco años de que José Mujica asumiera la Presidencia de la República, las alarmas vuelven a sonar. Si bien Estados Unidos logró consolidar su recuperación y las potencias europeas se encaminan a recuperar su crecimiento, son los países emergentes los que ahora tiran abajo las proyecciones de crecimiento para Uruguay. El FMI prevé una expansión promedio de la economía uruguaya de 3,2% para este lustro, incluso medio punto por debajo de lo que proyectaba al inicio de la última administración.
Hay dos elementos fundamentales que diferencian las expectativas trazadas al comienzo del segundo gobierno de Tabaré Vázquez respecto al de Mujica. En primer lugar, la incertidumbre sobre el escenario externo es mucho menor que hace cinco años, con lo cual es menos probable que los pronósticos estén tan errados como hace cinco años. La desaceleración de China, el estancamiento de Brasil y la estanflación en Argentina ya son un hecho. Los precios de las materias primas relevantes para el país ya acumulan dos años de caída y las autoridades de EEUU ya aseguraron que las tasas de interés comenzarán a subir este año. Hoy, el contexto adverso no es ninguna conjetura sino que el escenario externo ya cambió de signo.

En segundo lugar, el margen de maniobra para las autoridades uruguayas se acotó muchísimo. Si bien la economía siguió creciendo en el último lustro, la inflación cerró 2014 más de dos puntos por encima del 5,9% de 2010 –último registro alineado con el rango objetivo trazado por las autoridades– y el déficit fiscal se disparó al equivalente a 3,5% del PIB, su mayor valor desde 2002. Por si fuera poco, la economía uruguaya es hoy menos competitiva en precios respecto a sus principales socios comerciales.
La nueva administración no solo deberá enfrentar la desaceleración proyectada para el gobierno anterior sino que además contará con menor libertad para una política activa, fruto del deterioro en las condiciones heredadas. Danilo Astori, el hombre designado para encabezar la conducción económica, tiene por delante un gran desafío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario