Cada litro de aceite de fritura que se desecha se estima contamina unos 1.000 litros de agua. Hasta ahora, en Uruguay no existía ningún destino para aprovechar este desecho de los hogares. Sin embargo, Alcoholes del Uruguay (ALUR) y los municipios de Piriápolis y San Antonio (Canelones) lanzaron ayer un novedoso plan piloto que prevé la recolección de aceites comestibles de todos los domicilios de su zona. El programa se extenderá parcialmente a algunos barrios de la capital en los próximos meses.
En diálogo con El Observador el gerente de la Unidad Oleaginosos y Derivados de ALUR, Nicolás Ferrari, explicó el funcionamiento de este plan piloto. En el caso de Piriápolis, se instalarán cuatro contenedores ubicados en lugares estratégicos de la ciudad. Además, está previsto que una ONG local se encargue del reparto –en conjunto con un folleto explicativo– de 7.000 recipientes plásticos de 1,2 litros retornables que luego de llenados serán depositados en contenedores.
Estos envases cuentan con un visor de nivel e incluso permiten la lectura del código braille. Los contenedores cuentan con un sistema de detección inteligente que solo aceptan un único tipo de envase. Además, cada vez que un usuario deposita el recipiente con aceite de fritura, el contenedor le reintegra un envase vacío.
ALUR realizará un monitoreo por medio de GPRS (internet inalámbrico) del estado de cada contenedor. Cuando está próximo a completarse (tiene una capacidad de 200 recipientes), la empresa procede al vaciado y el traslado del aceite para la planta de biodiésel ubicada en Capurro.
Según informó Ferrari por cada litro de aceite de fritura, se puede obtener un litro de biodiésel, biocombustible que luego ANCAP mezcla en un 5% por cada litro que vende al consumidor final. En el caso de Piriápolis, ALUR espera procesar 17.000 litros de aceites de fritura por año.
El costo de la inversión de este proyecto de reciclaje es de US$ 2 por habitante. Los municipios de cada departamento se encargan de pagar los contenedores y los envases, mientras que ALUR carga con los costos logísticos (transporte, vaciado) y mantenimiento de los contenedores.
Potencial
Con el objetivo de expandir la cultura del aceite de reciclado en los hogares, ALUR ya tiene un acuerdo cerrado para instalar 10 contenedores en Montevideo, algunos de los cuales estarán ubicados en la explanada de la comuna y los barrios, Capurro, Prado y Cerro. “De este modo, vamos a contar con 17 contenedores en todo el país. Esto permitirá que estemos procesando unos 68.000 litros de aceite por año”, estimó Ferrari. De esta manera, el aceite de fritura pasará a ser el quinto elemento en importancia que utiliza la firma para la elaboración de biodiésel.
Se estima que en Uruguay, cada habitante desecha un litro de aceite por año. Por tanto, el potencial de reutilización es bastante mayor. ALUR está abierto a sumar a otros municipios de otros departamentos del país que pretenden plegarse a este plan. La experiencia de funcionamiento de esta programa fue adquirida en España donde funciona un esquema similar.
En diálogo con El Observador el gerente de la Unidad Oleaginosos y Derivados de ALUR, Nicolás Ferrari, explicó el funcionamiento de este plan piloto. En el caso de Piriápolis, se instalarán cuatro contenedores ubicados en lugares estratégicos de la ciudad. Además, está previsto que una ONG local se encargue del reparto –en conjunto con un folleto explicativo– de 7.000 recipientes plásticos de 1,2 litros retornables que luego de llenados serán depositados en contenedores.
Estos envases cuentan con un visor de nivel e incluso permiten la lectura del código braille. Los contenedores cuentan con un sistema de detección inteligente que solo aceptan un único tipo de envase. Además, cada vez que un usuario deposita el recipiente con aceite de fritura, el contenedor le reintegra un envase vacío.
ALUR realizará un monitoreo por medio de GPRS (internet inalámbrico) del estado de cada contenedor. Cuando está próximo a completarse (tiene una capacidad de 200 recipientes), la empresa procede al vaciado y el traslado del aceite para la planta de biodiésel ubicada en Capurro.
Según informó Ferrari por cada litro de aceite de fritura, se puede obtener un litro de biodiésel, biocombustible que luego ANCAP mezcla en un 5% por cada litro que vende al consumidor final. En el caso de Piriápolis, ALUR espera procesar 17.000 litros de aceites de fritura por año.
El costo de la inversión de este proyecto de reciclaje es de US$ 2 por habitante. Los municipios de cada departamento se encargan de pagar los contenedores y los envases, mientras que ALUR carga con los costos logísticos (transporte, vaciado) y mantenimiento de los contenedores.
Potencial
Con el objetivo de expandir la cultura del aceite de reciclado en los hogares, ALUR ya tiene un acuerdo cerrado para instalar 10 contenedores en Montevideo, algunos de los cuales estarán ubicados en la explanada de la comuna y los barrios, Capurro, Prado y Cerro. “De este modo, vamos a contar con 17 contenedores en todo el país. Esto permitirá que estemos procesando unos 68.000 litros de aceite por año”, estimó Ferrari. De esta manera, el aceite de fritura pasará a ser el quinto elemento en importancia que utiliza la firma para la elaboración de biodiésel.
Se estima que en Uruguay, cada habitante desecha un litro de aceite por año. Por tanto, el potencial de reutilización es bastante mayor. ALUR está abierto a sumar a otros municipios de otros departamentos del país que pretenden plegarse a este plan. La experiencia de funcionamiento de esta programa fue adquirida en España donde funciona un esquema similar.
Plan comenzó con mayores usuariosActualmente, ALUR cuenta con acuerdos para reciclar el aceite de frituras con McDonald’s, Burger King, Macro Mercado, Ta-Ta, la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay y también con rotiserías de Canelones. En el casto de Ta-Ta, el volumen de aceites de fritura utilizado alcanza los 10.000 litros anuales. En 2014, ALUR procesó 38 millones metros cúbicos de biodiésel con su dos plantas (Paso de la Arena y Capurro).
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