Según la calificadora canadiense, los eventuales riesgos que enfrenta la economía se encuentran "ampliamente balanceados". Entre los principales desafíos de política subrayó el crecimiento del gasto público y una inflación que se ubica por encima de la meta.
Asimismo, indicó que la economía uruguaya permanece expuesta a la propagación de shocks regionales y globales a través de los términos de intercambio, el turismo y los canales financieros. Sin embargo, destacó que debido a la diversificación económica en curso derivada de los elevados niveles de inversión, la gestión prudente de la deuda, y los sustanciales amortiguadores financieros, "los fundamentos crediticios del Uruguay son estables".
Añadió que un aumento en las calificaciones podría ocurrir si se hacen esfuerzos para mejorar el desempeño fiscal. "Alinear el crecimiento del gasto con los ingresos para lograr resultados fiscales contracíclicos más consistentes puede ser un factor positivo para la calificación", expresó DBRS. Por el contrario, un deterioro de la gestión macroeconómica que debilite la robustez de la economía ante shocks adversos podría poner presión a la baja en las calificaciones.
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