Analistas esperan estabilización en el corto plazo con una divisa cercana a $ 27,5 a fin de año
A pesar de que el dólar mantiene una marcada tendencia alcista desde hace casi dos años frente al peso uruguayo, la suba del billete verde en el mercado local no tenía comparación con la escalada que tuvo en otras plazas financieras, en particular la de los principales socios comerciales del país. Sin embargo, en los últimos 30 días, esa dinámica cambió. El dólar aceleró su apreciación en Uruguay, mientras que en los destinos relevantes para el país tendió a moderar su alza o incluso a ceder terreno. Eso le permitió a Uruguay recuperar parte del campo perdido en materia de competitividad respecto a mercados relevantes.
En los últimos 30 días, el dólar en Uruguay subió 4,6% a $ 26,79 ayer. Si además se considera la evolución del billete verde en el resto de las economías a las cuales el país exporta o desde los cuales importa bienes y servicios, se obtiene la evolución de la moneda uruguaya en comparación no solo con el dólar, sino con la canasta de monedas verdaderamente importante para el país. Ese es el relevamiento que realiza diariamente el Índice del Peso Uruguayo de El Observador (IPU-EO), que en el último mes tuvo una caída de 6,8%. Eso implica que la moneda uruguaya se deprecia respecto a la canasta de divisas relevantes para el país, y mejora las condiciones para competir en precios con los bienes importados y para acceder a los mercados externos. El indicador de El Observador se encuentra actualmente en su nivel más bajo desde mayo del año pasado.
A pesar de la suba del dólar de 10,1% en lo que va del año y de 13,6% en 2014, la depreciación de la moneda uruguaya respecto al conjunto de las monedas relevantes es un fenómeno de este último mes. Hasta mediados de marzo, el dólar subía 4,8% en Uruguay, pero el peso prácticamente mantenía sin cambios su cotización respecto a las monedas relevantes –el IPU-EO se apreció en ese período apenas 0,1%–. Eso implicaba que la suba del dólar en el país estaba en línea con la apreciación de la moneda estadounidense en las economías relevantes para Uruguay. En 2014 el desfasaje entre la evolución del dólar en Uruguay y en los principales socios comerciales del país fue significativo. La fuerte suba del billete verde no fue suficiente para compensar la variación de las monedas en el universo comercial relevante para Uruguay. A lo largo del año, el IPU-EO se apreció 7,3%, lo que implicó una pérdida de competitividad significativa para el país.
Competitividad e inflación
Hasta ahora, las autoridades del equipo económico han dejado que el tipo de cambio siga al alza, pese al impacto negativo que esto puede provocar sobre la inflación y el objetivo de llevarla la centro del rango meta (5%) en un plazo de 18 meses. En un contexto de caída de los precios de exportación y dificultades para varios sectores exportadores, la competitividad parece cobrar relevancia para el gobierno.
De todos modos, es cierto que la baja de los precios de las materias primas y el enlentecimiento de la economía, puede compensar las presiones alcistas sobre el IPC de un tipo de cambio más elevado. En un escenario de enfriamiento de la economía, los analistas esperan que el gobierno incentive a que haya más pesos en el mercado y un dólar más fuerte.
Consultados sobre la abrupta suba del dólar de las últimas semanas, los analistas coinciden que el Banco Central está permitiendo que haya una mayor liquidez en pesos y ante licitaciones de Letras de Regulación Monetaria en las que se adjudica montos menores a lo propuesto, los pesos que quedan en el mercado se pasan a dólares, presionando el billete verde al alza.
De todos modos, se puede ver una política monetaria con componentes mixtos, puesto que las tasas de corte son relativamente altas en el entorno de 14% al igual que los montos licitados. La intención del BCU es quitar pesos del mercado, pero la falta de liquidez de la moneda local que había reinado en Uruguay los primeros meses del año se revirtió. Dos referencias que indican eso son el aumento sustancial de los montos propuestos en las licitaciones –se pasó de promedios de $ 2.000 millones a $ 4.000 millones– y que la tasa call pasó de valores superiores a 14% a 5%.
A pesar de la suba del dólar de 10,1% en lo que va del año y de 13,6% en 2014, la depreciación de la moneda uruguaya respecto al conjunto de las monedas relevantes es un fenómeno de este último mes. Hasta mediados de marzo, el dólar subía 4,8% en Uruguay, pero el peso prácticamente mantenía sin cambios su cotización respecto a las monedas relevantes –el IPU-EO se apreció en ese período apenas 0,1%–. Eso implicaba que la suba del dólar en el país estaba en línea con la apreciación de la moneda estadounidense en las economías relevantes para Uruguay. En 2014 el desfasaje entre la evolución del dólar en Uruguay y en los principales socios comerciales del país fue significativo. La fuerte suba del billete verde no fue suficiente para compensar la variación de las monedas en el universo comercial relevante para Uruguay. A lo largo del año, el IPU-EO se apreció 7,3%, lo que implicó una pérdida de competitividad significativa para el país.
Competitividad e inflación
Hasta ahora, las autoridades del equipo económico han dejado que el tipo de cambio siga al alza, pese al impacto negativo que esto puede provocar sobre la inflación y el objetivo de llevarla la centro del rango meta (5%) en un plazo de 18 meses. En un contexto de caída de los precios de exportación y dificultades para varios sectores exportadores, la competitividad parece cobrar relevancia para el gobierno.
De todos modos, es cierto que la baja de los precios de las materias primas y el enlentecimiento de la economía, puede compensar las presiones alcistas sobre el IPC de un tipo de cambio más elevado. En un escenario de enfriamiento de la economía, los analistas esperan que el gobierno incentive a que haya más pesos en el mercado y un dólar más fuerte.
Consultados sobre la abrupta suba del dólar de las últimas semanas, los analistas coinciden que el Banco Central está permitiendo que haya una mayor liquidez en pesos y ante licitaciones de Letras de Regulación Monetaria en las que se adjudica montos menores a lo propuesto, los pesos que quedan en el mercado se pasan a dólares, presionando el billete verde al alza.
De todos modos, se puede ver una política monetaria con componentes mixtos, puesto que las tasas de corte son relativamente altas en el entorno de 14% al igual que los montos licitados. La intención del BCU es quitar pesos del mercado, pero la falta de liquidez de la moneda local que había reinado en Uruguay los primeros meses del año se revirtió. Dos referencias que indican eso son el aumento sustancial de los montos propuestos en las licitaciones –se pasó de promedios de $ 2.000 millones a $ 4.000 millones– y que la tasa call pasó de valores superiores a 14% a 5%.
El ejecutivo de la financiera Puente, Guillermo Davies, dijo a El Observador que en la disyuntiva entre atacar la inflación o defender la competitividad y reactivar de la economía, parece claro que la actitud de estos días responde a la segunda opción. En tanto, el analista financiero Andrés Escardó explicó que el gobierno está dejando que el dólar suba, permitiendo una mayor liquidez en pesos que luego se transforma en más compras de la divisa estadounidense. A esto se le suma, dijo Escardó, la incertidumbre que produce en los agentes un mercado volátil, que termina traduciéndose en más compras de dólares y por ende más presiones al alza.
Los analistas esperan que episodios como los de las últimas semanas no se repitan en el corto plazo. Prevén que el valor del dólar permanezca en el corto plazo en el nivel de estos días –ayer en el promedio de las operaciones interbancarias la divisa estadounidense se ubicó en $ 26,79, y en la pizarra del BROU cotizó a $ 26,35 a la compra y $ 27,15 a la venta–. De todos modos, señalan que el año no terminará al nivel que señalan los resultados de la encuesta de expectativas del BCU de marzo, cuya mediana es $ 27. Escardó aproximó un dólar a $ 27,4, mientras que Davies dijo que estará por encima de los $ 27. Alejandro Cavallo de Equipos Consultores estimó que el billete verde cerrará el 2015 a $ 27,5. La baja en los precios de las materias primas y la desaceleración de la economía, insistió Cavallo, dan espacio a que el tipo de cambio esté más alto y pueda llegar a ese nivel a fin de año
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